Resumen
Desde el momento mismo en que Felipe II estableció, en 1561, la capital de su monarquía en la villa de Madrid, comenzaron a llegar a la flamante Corte numerosos navarros que, gracias a su espíritu emprendedor y capacidad de trabajo. muy pronto conocieron tiempos de prosperidad. A lo largo del siglo XVII y, sobre todo, en la centuria siguiente, los navarros establecidos en Madrid tuvieron una notable importancia en la cultura, economía y administración de los Borbones. Uno de aquellos navarros, activo en el Madrid de los dos primeros Borbones fue don Martín de Echenique e Iturralde, hábil comerciante de lonja quien, tras su fallecimiento en 1754, dejó un importante patrimonio que incluía pinturas, muebles, ropas y vestidos, armas blancas y de fuego, alfombras, relojes, objetos de plata y joyas, los géneros de su tienda, entre ellos sedas, azúcar, cacao y especias y una notable biblioteca formada por ciento y veinte y cuatro tomos.
Palabras clave. Navarra. Valle del Baztán. Don Martín de Echenique. Pinturas. Muebles. Joyas. Tienda de lonja. Libros.
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